De nuevo, vuelvo a refugiarme en el insomnio como opio. Me mantiene en un cierto estado de letargo, sumido en un espacio entre lo onírico y lo real, desvinculado de toda preocupación aparente y lejos de los insustanciales problemas que últimamente aparecen y desaparecen. Recaigo otra vez en esta práctica que me ayuda a evadirme, a olvidar los miedos ante mi inevitable alienación, ante el fracaso o la perdida, ya que no puedo utilizar el verde recurso.
Mientras lo hago, descubro que me gusta, me hace pensar, utilizar todo el tiempo libre que ahora tengo y que sin embargo ha encerrado aún más a mi libertad.
No se cuanto durará esta vez, pero quizá me ayude a cortar algunas
de las cadenas así que lo aprovecharé..
Es que mira el que yo te dije es este,
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lo que pasa es que no era el escritor que te decía, a ver si encuentro al otro que es de la misma editorial.
Asi de cansado estabas hoy ...
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