martes, 11 de mayo de 2010

Y tú, sin estar... tampoco estás ni estarás.

Como siempre, me despierto aún con cierta esperanza, esta vez sin dejar nada al azar, ni un pensamiento, ni un sentimiento, ni una duda o idea singular.

Sin embargo, como tantas otras veces, mi cama sigue vacía, ni siquiera yo tumbado en ella, siento estar sobre ella, sino que estoy volando, viajando a otro lugar. Y tú, sin estar... tampoco estás ni estarás.

La entrada es gratis, no te hacen picar, gastar un viaje en lucha contra tu impasibilidad. Y tú, sin estar... tampoco estás ni estarás.

Perdida no te encontrarías, el camino de memoria bien aprendido está. Y tú, sin estar... tampoco estás ni estarás.

Mientras, como tantas otras veces, mi cama sigue vacía, ni siquiera yo tumbado en ella, siento estar sobre ella, sino que estoy volando, viajando a otro lugar. Y tú, si no estas... ¿acaso me merece la pena volver a lo terrenal?

La entrada la tengo, incluso picada está ya, en medio del viaje me encuentro. Y tú, si no estás... ¿acaso me merece la pena volver a lo terrenal?

Se donde estoy, se donde quiero estar, y mientras... Y tú, si no estás... creeme no me merece la pena volver a lo terrenal, estoy donde quiero, donde siempre querría estar...

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