sábado, 26 de junio de 2010

La vie en rose... ou La vie d'une de pavot


Todas las flores crecían a la vez.
Flores hermosas , brillante tez,
en recóndito lugar, en el campo ajenas
en grupos infinitos o de solo diez.

Soplaba el viento, del norte tal vez,
traía nieve, que caía con fluidez,
llovía siempre, había que esconderse,
se ponía roja por su pura estupidez.

Salia el sol, caluroso esta vez,
había que esconderse, por pura idiotez,
al final calentó, para su bien,
empezaba ahora, al fin a florecer.

Se empezaba a transformar, con rapidez,
crecía rápido, sin parar de enrojecer,
cogía fuerzas, con lo que el convencer,
a todos fácil era, hasta lo dicto el juez.

Estas fueron, dichas de una vez,
las palabras oportunas, que dictó él:
alegre crecimiento, belleza y sutileza
y todo conseguido sin apenas presteza.

Pero nadie a tiempo vio,
lo que haría el calor,
la sequía continua,
marchitada la dejo.

Es tiempo ahora de regar con lividez,
no dejarse llevar por esa pequeñez,
obstinada en ya no crecer,
obstinada en dejarse perecer.

El agua con que regaré,
caerá en la tierra de las infinitas,
estarás tú, flor, también aquella.

El agua quizá no pare,
caerá donde estaba escrita
sobre la que de ellas era mi bella.

Pero no dejare que mis ojos,
vean las gotas de tu rocío,
algo que ya no es mio.

Pero no dejare que mi cuerpo,
pase de nuevo más frío,
llevaré propio abrigo.

Y con la noche
volverás a florecer.
Y con la luna llena
volverás a enternecer

1 comentario:

  1. Ya sabes que me encanta, poeta.
    De verdad.
    Disfruta el verano, aprovecha al máximo tus días libres, y los de trabajo también (tendrás el libro), perfecciona PLAY WITH FIRE porque lo tocaremos juntos a la vuelta.
    I'm gonna miss you.

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