HEVIA

Recuerdos y pasiones son trasladados en la música , guiados tras un soplo que dirige mis pensamientos, estos empiezan a fluir y a coger forma para poder huir, para poder ser escuchados. Al igual que en la gaita se convierte en música cada soplo, a través de mis dedos se convierten estos, mis locos pensamientos, en palabras.

Recuerdos de mi niñez afloran en cada nota, en cada canción que el CD me propone. Recuerdos de momentos en los que su melodía me acompañaba antes de dormir, en los que me acunaba bajo su sonido y me hacia transportarme al mundo de los sueños.

No se si tiene algo que ver, pero volver a escucharlo a estas horas y con tanto cansancio acumulado quizá provoque que recuerde algunos sueños. Siempre empezaban igual, estela de humo, de muchos colores, no oscuros y deprimentes, humos de colores, morados azules, amarillos, estrellas y planetas a mi alrededor. Me encontraba en medio de un universo que desconocía pero que me era muy familiar pues todas las noches volvía a aparecer en él. Era un universo inmenso, sin limites aparentes formado por todo lo ya dicho y cuyo color era el morado no el negro. Cuando me empezaba a acostumbrar a flotar en el vacío veía una puerta, me dirigía ella, era grande, enorme para una persona tan pequeña como yo, me acercaba a ella se abría y empezaba la aventura. Entonces tenia que escoger, escogía soñar y tras ello entraba en un túnel, un túnel que recorría a velocidades mayores que la de la luz, miles de kilómetros, pero que para mi apenas eran segundos, y me transportaban al profundo sueño. Conforme mas me acercaba a la ultima parada, menos consciente era de lo sucedido, nunca he sido bueno recordando sueños, pero nunca olvidare este empiece, pues además fue repetido durante muchas ocasiones en mi niñez.

Dicen algunos que si te concentras en algo mucho antes de dormir puedes llegar a soñar con ello. Entonces esta noche pensare mucho en esto, y dejare que la música de Hevia me acompañe, como si de una banda sonora se tratase, en mi camino a través de mis sueños olvidados, y por que no, a través de mi infancia.

Olvidemos por una noche…

HEVIA, al otro lado