Nieve

Al sonido de hevia vuelvo a intentar que mis palabras aparezcan, mas muy difícil veo que esta vez lo consiga..



No se que me pasa últimamente, la nieve cae pocas veces pero cuando cae, cae con fuerza, y lo peor es que sabemos que esa nieve desaparecerá. Desaparecerá el frío, los resbalones, las caídas, desaparecerán los resfriados, desaparecerá el dolor de cabeza.. Aun eso, nos encanta la nieve, nos encanta quedarnos parados y dejar que se funda con nosotros hasta que se deshiele, nos encanta ver como cae, ver como surge desde algún lugar infinito que no sabemos donde se encuentra exactamente.

La nieve cubre ya mi pecho y me encanta, pero al mismo tiempo me quema clavándome sus filos, como si de hielo se tratase, atacando su lugar de nacimiento. Su puro color blanco, vuelve nublosa mi oscura vista, vuelve nublosa mi mente tranzando caminos grises que antes no existían, en la claridad del negro que todo en ella, antes de eso, cubría.

Su fina caída ya paro hace mucho tiempo, ni siquiera duro tanto, pero yo aun recuerdo su dulce roce.

Es bonito pensar que siempre nevará, pero cuando vives en una ciudad es difícil que nieve, aquí solo veo lluvia. Además siempre habrá montañas, montañas más altas que tu ciudad, donde si nevara y aunque vivas en la cima siempre habrá algunas más altas donde la nieve caerá.

Quizá algunos nos debamos conformar con la lluvia, no es tan pura ni tan bella pero tiene su encanto. ¿Qué otra cosa me queda?, ¡Soy un hombre de ciudad! Posiblemente pudiese vivir en la montaña más alta que existiese, más alta que ninguna montaña aún conocida, mi propia montaña, pero.. supongo que me da miedo... no se me da bien escalar si no puedo llegar a la cima.

Además es tarde, la nieve ha vuelto a caer en lo alto de la montaña. Supongo que me conformare con saber que la nieve siempre caerá en las montañas y la lluvia en la ciudad.

Pero sobretodo, no olvidare que hasta en las ciudades nieva.